Wednesday, June 10, 2009

Invitación

Camaradas:

La duda es un rico paseo -sin temor-, y hay que pasar el invierno. Queremos, queremos y seguimos queriendo; nos deshacemos y nos volvemos a hacer y parece no haber meta que pueda alcanzar nuestro querer.

Fuimos a una fiesta y aprendimos a cantar:
"¡O-le-lé,
o-la-lá,
si esta no es la vida,
la vida dónde está!"

Este viernes, entonces, la línea más expuesta e intentona del nosotros formará así:

- Daniel Cóppola y Gabriel Domenicucci ofrecerán la India en pedacitos
- Aíta, Alonso y Valle tantearán la inseguridad con culatas, pantallas y cirugías de cuidado.
- Rubén Mira traerá la afirmación alegre del cagazo, en revistas.

Nos justificará musicalmente la única e inimitable Pat Morita.

La juntada, dicen, contará con la guía de Lipzsyc y Pezzola; cocinan Burkart y Aguirre y decir todo sería tipear mucho.

Ensayos en Vivo, decimotercera noche:
Viernes 12 del seis
Casa Cariñosa Pachamama - Psje Argañaraz 22 (e/Israel y Lavalleja)
21:30 comemos lo mismo
22:30 palabras con tributo al silencio

Monday, June 08, 2009

Reseña de Conquista de lo inútil, de Werner Herzog (Entropía)

Diario de lo imposible
Pirañas asesinas, chozas de lianas, veneno para puntas de flecha y el objetivo de llevar un barco de vapor selva adentro, hasta un punto del río, y subirlo a través de una montaña a tracción a sangre humana, para bajarlo en otro río. Fiztcarraldo (personaje del film homónimo), como el director Werner Herzog, es un un hombre tomado por una tarea mucho mayor que él: hacer posible lo imposible. En concreto la tarea es un sinsentido, ¿pero cuál no?, si sólo la titánica entrega es fuente de valor, parece decir el Herzog, en cuyo diario de filmación, de dos años, se revela como el verdadero protagonista de la epopéyica empresa que desafía frontalmente a la naturaleza de las cosas... [sigue acá la nota publicada en Rolling]

Reseña de Indignación, de Philip Roth (Mondadori)

Carnicería en el campus
En el año 1951, el hijo de un esforzado y honroso carnicero kosher de New Jersey es el orgullo familiar: después de terminar la escuela y ayudar hasta el agotamiento desguazando reses, fregando tachos de grasa y revisando que los culos de gallinas muertas -sólo por desangramiento y sin daño en la cervical- huelan como deben, está por empezar la universidad, cosa que nadie en la familia había logrado. Dos de sus primos murieron combatiendo al nazismo y él quiere aprovechar su oportunidad académica sobre todo para evitar ser llamado a filas como soldado raso en la siguiente contienda bélica en que se embarcaron los Estados Unidos, la de Corea –otra carnicería. Pero resulta que, acaso por la paranoia de tiempos de guerra, su padre se torna insoportable, con un miedo constante y una preocupación insaciable sobre él, quien huye, pues, a una universidad en el lejano Ohio.
Allí, en la vida de “campus” durante la primera guerra de la posguerra, transcurre el grueso de la historia, contada desde una suerte de realismo con libertinajes... [SIGUE la nota publicada en Rolling]

Los días que vivimos en peligro - reseña

Dieciséis escritores argentinos narran los hechos que conmovieron al país, dice la -cuanto menos- imprecisa tapa del libro que en realidad contiene relatos situados en los días de los hechos.

Con el desafío de contar cosas públicas sobre las que el lector tiene imaginario y relato previo -lo que facilita la comunicación pero aumenta la dificultad de crear un territorio de emotividad singular-, el libro engrosa la tendencia editorial de antologías temáticas; el resultado es desparejo. [SIGUE]

Monday, June 01, 2009

Privado socialista



No hay nadie como tú es un gran tema del último de Calle 13, Los de atrás vienen conmigo.

Sin doble conciencia alguna el amigo va por así deicr enunciando el mundo, y entre muchas cosas que "hay", dice "capitalismo y comunismo".

Notable ese señalamiento extemporáneo, ¿de dónde provendrán sus percepciones?

¿Cómo sería el mundo cuando en cualquier pensamiento sobre su realidad estaba asumido que "hay capitalismo y comunismo"?
Que no era comunismo, se diría pensando en los socialismos reales (¿diagonal deformada del realismo socialista?). Pero, diría a su vez el otro contraargumento que imagino (doble, triple y andá contá las meta conciencias), sí había sistemas económicos de masas organizados sin propiedad privada, al menos de los medios de los medios de producción.

Y recién ahora viene el pero que quiero: eso depende de lo que entendamos por propiedad privada.

Si es cualquier régimen de gestión no estatal, ok.

Pero si entendemos que lo privado es lo sustraído por un grupo a los demás, la cosa cambia. Supongamos que las existencias son existencias sociales; que toda empresa económica existe sólo como momento de un entramado económico, social, común. Y que lo privado es lo que sustrae una fase de eso al resto de los participantes de la red.


En el aparato fijo de administración de lo público, en el Estado, puede criarse una casta, claro está, con control y aprovechamiento de los medios de producción, control y aprovechamiento privados al resto de la -más o menos roja- comunidad. Sería una propiedad privada en el Estado.